Dentífrico BIO

Libre de flúor y creado a base de ingredientes nobles como: una exclusiva selección de arcillas, extractos puros de menta, salvia, romero, agentes antibacterianos como propóleo, entre otros. Todos sus componentes biológicos aportan una cualidad saludable para nuestros dientes y encías. No contiene aditivos, conservantes artificiales, ni aromas sintéticos.
Salvia: Antiséptico y anti inflamatorio.

Arcilla: Anti microbiana, antibacteriana, anti inflamatoria y cicatrizante.

Previene las caries y tonifica las encías.

Romero: Anti inflamatorio, cicatrizante, antiséptico. Estimula la circulación.

Sal marina: Fortifica las encías, combate la descalcificación de los dientes. Blanqueador natural. Reduce el sarro.

Propóleo: Antibiótico natural. Incrementa la salud bucal por sus principios antisépticos y descongestivos.

Esencia natural menta: Antiséptico. Refrescante.

Cómo verse bella y saludable

Bio Terra x 2 (Arcillas limpiadoras y nutritivas)

Las arcillas provienen de rocas que se han formado en el interior de la tierra. Nosotros las obtenemos en forma de polvo. Al combinarlo con agua obtenemos una pasta arcillosa. Este tratamiento se puede realizar sobre el rostro, cuello y si quisiéramos en todo el cuerpo.
Limpieza y nutrición de la piel: El poder limpiador de la arcilla reside en que ayuda a estimular la circulación, y al secarse absorbe la grasa e impurezas acumuladas en la piel para luego eliminarlas. Su uso es seguro en todo tipo de pieles. Su efecto es desinfectante y antiinflamatorio.

Arcilla blanca: Sus partículas finas ejercen un efecto PEELING. Muy recomendable para el tratamiento de pieles con acné, manchas, rosáceas, entre otras.
Arcilla verde: Sus oligoelementos humectan profundamente nuestra piel.

Arcilla Terapia

Entre los principales agentes naturales capaces de producir reacciones vitales, encontramos al Agua, el Sol, el Aire y la Tierra. La Arcilla como elemento terapéutico, aún hoy es desconocida por muchos. Las culturas de antaño conocían bien las propiedades de la Arcilla, de su gran poder purificador, desinflamante, absorbente, calmante, vitalizador y cicatrizante. Estos pueblos que sabían de las bondades de la tierra y del barro, las empleaban como remedio, tanto interno como externo. Sus propiedades curativas residen en extraer del interior y el exterior de nuestro organismo las impurezas que lo perjudican, absorbiendo los agentes patógenos para arrastrarlos tras su eliminación. La pasta formada al mezclar la arcilla y el agua ejerce una acción estimulante general, resultando en efectos descongestivos y antiinflamatorios muy positivos. Son sus sustancias orgánicas fosilizadas, minerales, sales y oligoelementos quienes aportan los nutrientes necesarios para ayudar a nuestro organismo a purificarse y regenerarse.

Preparando las mascarillas...

Selección de arcillas 100% naturales

Lo más adecuado es tener los elementos que vayamos a utilizar a la vista. Arcillas, aceites esenciales, agua, cuchara y cuenco de madera, de barro, enlozado, o cristal (evitar el metal). Antes de aplicar la arcilla, vamos a humedecer la piel a tratar con agua tibia. La apertura de los poros nos va a permitir una mayor absorción. En el cuenco colocamos la cantidad necesaria de arcilla y agregamos agua en pequeña cantidad. Revolvemos usando una cuchara ó espátula de madera ó bien los dedos. Untamos las yemas de los dedos y extendemos sobre el rostro y cuello, evitando la zona imediata a los ojos. Dejamos actuar y retiramos antes de que la arcilla se seque (pues deja de trabajar). Hidratamos con agua la cara y removemos con esponja hasta retirar completamente. Esperamos unos minutos y aplicamos un producto natural hidratante con un masaje suave (no olvidarse de este paso que sirve para volver a cerrar los poros.)
Es aconsejable aplicarse las mascarillas una vez por semana. En algunos casos se puede repetir hasta dos veces semanales.